La brea fluye tan despacio que le lleva más de una década soltar una sola gota. Hasta el momento han caído ocho y la novena era inminente. Mainstone lo tenía todo preparado para no perdérselo, pero, por desgracia, la muerte venció a la paciencia. Durante todo el tiempo que Mainstone se dedicó a custodiar el experimento, nunca logró ver cómo caía una gota.
En realidad, nadie ha podido hacerlo hasta el momento en los 86 años desde que se inició el goteo. En el año 2000, más exactamente el 28 de noviembre, cuando se produjo la octava caída, la cámara web instalada para capturarlo no estaba en línea en el momento crítico.
Ahora, tres cámaras retransmiten el estado del embudo en directo, por lo que el profesor estaba convencido de que por fin podría ver la caída de una gota, la novena, que se espera para finales de este año.
Otros 100 años de experimento
El experimento ganó popularidad gracias al trabajo de Mainstone. Incluso está incluido en el Libro Guinnes de los Récords como el de mayor duración de la historia y ha recibido el Premio IgNobel, que un grupo de entusiastas otorga cada año a las investigaciones científicas más absurdas e imaginativas.
Pero este no es el fin del experimento de la gota de brea, ya que se estima que hay suficiente brea en el embudo para permitir que el experimento continúe por lo menos otros cien años más.