La idea de los arquitectos es aprovechar los recursos que ofrece el planeta rojo. Según los datos de los exploradores marcianos, Marte goza de abundancia de basalto. Este material, si es usado en la construcción, podría proteger a los colonizadores del frío y de la radiación.
El basalto existe frecuentemente en forma de columnas, que podrían servir como paredes de las viviendas, creen los autores del proyecto. La existencia de tales columnas en Marte fue confirmada por la sonda de la Nasa Mars Reconnaissance Orbiter, que estudia Marte desde su órbita.
Según la idea de los arquitectos, antes de los cosmonautas se podría enviar robots al planeta rojo para que busquen zonas con columnas de basalto y perforen allí la superficie hasta que se consiga la profundidad requerida.
Así los colonizadores que lleguen al planeta tendrían estructuras casi listas y solo necesitarían hacer algunos cambios: dividir el espacio en zonas para varios tipos de uso e instalar los sistemas necesarios.
El basalto, calentado hasta temperaturas altas, forma fibras muy fuertes que también podrían usarse para construir fuentes u otras estructuras dentro de los 'edificios' subterráneos.