Según el doctor Eugenio Rodríguez, Paul Halpern, de 33 años, llegó a su consulta de Miami con una bolsa de plástico que contenía la parte del dedo que quedó cercenado cuando lo mordió un caballo, informó la cadena local CBS Miami.
Mientras daba de comer al caballo, el animal confundió el dedo con el forraje y mordió a Halpern, de acuerdo con el afectado. "Uno de los chicos que trabajan conmigo sacó de la boca del caballo la punta de mi dedo, y me subí al automóvil con él, sin saber bien qué hacer", relató el joven.
Poco después del incidente, el joven oyó hablar del doctor Eugenio Rodríguez, que aseguró que sin ninguna operación quirúrgica ni amputación podría hacer que el extremo del dedo volviera a crecer.
Utilizando el tejido de una vejiga de cerdo, el doctor Rodríguez elaboró una plantilla del dedo de Halpern y la unió al resto del dedo. El resultado, según el paciente, fue "asombroso".
Las células de los dedos, huesos, tejidos blandos e incluso las uñas crecieron en el molde. "Es muy interesante ver a un paciente sanar. Esa es mi pasión, ver como cicatrizan las heridas. Es fascinante ver los resultados", manifestó Rodríguez.
Ante esta experiencia, los expertos sugieren que este nuevo tratamiento podría allanar el camino para la curación de lesiones más complejas.