El descubrimiento es una confirmación de que los agujeros negros pueden emitir luz. El momento de estallar es el de mayor luminosidad, y después van perdiendo fulgor paulatinamente hasta apagarse del todo. Este proceso tiene lugar en períodos de tiempo muy cortos desde el punto de vista cósmico.
"Ahora sabemos que este 'dragón dormido', cuya masa es cuatro millones de veces superior a la del Sol, se despertó y emitió un resplandor 100 millones de veces más potente que el que puede emitir en la actualidad", dijo el profesor Joss Bland-Hawthorn, autor principal del estudio que se publicará en la revista 'Astrophysical Journal'.
El profesor Bland-Hawthorn, de la Universidad de Sídney, en Australia, estima que un fenómeno parecido podría volver a ocurrir. "Hay un gran número de estrellas y nubes de gas que podrían caer sobre el disco caliente que rodea el agujero negro", explicó el especialista. Concretamente agregó que, según anticipan astrónomos de todo el mundo, a principios del año que viene la nube de gas denominada 'G2' podría caer en el agujero negro, lo que provocaría un pequeño "espectáculo de fuegos artificiales" en el cosmos.
Simulación de la luz que emite un agujero negro tras una explosión