La terrible erupción que algunos científicos llaman 'la Pompeya olvidada del Lejano Oriente' se produjo alrededor del año 1257 en la región del Asia sudeste y fue tan potente que la nube de cenizas expulsada durante la catástrofe provocó el enfriamiento de la temperatura de la Tierra.
Sin embargo, hasta el momento los geofísicos no habían podido identificar el volcán que expulsó al cielo una columna de cenizas de 43 kilómetros y las consecuencias exactas provocadas por aquel fenómeno.
Solo ahora un grupo de científicos de la Universidad de Panthéon-Sorbonne de París (Francia) lograron determinar que el volcán culpable del desastre natural medieval fue el Samalas, que forma parte del complejo volcánico Monte Rinjani de la isla de Lombok, Indonesia.
Según el estudio publicado en la revista científica 'Proceedings' de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS, por sus siglas en inglés), en el momento de la erupción el Samalas expulsó unos 30 kilómetros cúbicos de roca y dejó en el aire una cantidad de azufre ocho veces mayor que la famosa erupción de otro volcán indonesio, el Krakatoa, en el año 1883, que provocó 36.470 víctimas mortales y gravísimas consecuencias ambientales en la región.
Para obtener la información sobre el fenómeno los científicos franceses han realizado varias pruebas de radiocarbono extraído en la zona, han diseñado modelos por computadora del terreno local, han estudiado los registros de los anillos de los árboles y también han inspeccionado las crónicas medievales locales.