El cambio de las condiciones climáticas en el ártico, que crea nuevas posibilidades para el transporte, el comercio, la pesca y la extracción de los minerales, provoca la necesidad de establecer en esta región polar un nuevo régimen jurídico que contribuiría a la conservación de la naturaleza ártica. Es lo que señala el informe del Fondo Mundial para la Vida Silvestre (World Wildlife Fund, WWF), presentado el lunes en Copenhague.
"El derretimiento del hielo ártico abre nuevos espacios del océano, y ofrece nuevas oportunidades para el comercio en una región antes inasequible. Lo que pasa en el ártico tiene consecuencias ecológicas y económicas globales. Por ejemplo, más de un cuarto del pescado que se consume en Europa se trae del ártico y, con todo eso, hasta ahora no tenemos reglas eficaces sobre la pesca en las áreas que se volvieron accesibles recientemente", señala el actual jefe de WWF Suecia y futuro director ejecutivo de WWF International, Lasse Gustavsson.
En el comunicado presentado en vísperas de la próxima reunión del Consejo Ártico en Groenlandia, WWF analiza los huecos existentes en la regulación estatal y económica en la región. En particular, como se indica en el documento, no existe ningún organismo competente internacional que regule los trabajos en el mar, no hay reglas internacionales y regionales que toquen la extracción de los recursos hidrocarbónicos del fondo marino.
WWF señala que Rusia tiene la longitud más grande de la costa ártica y juega un papel esencial en los procesos políticos en la zona del ártico. Al mismo tiempo, cualquier catástrofe industrial en la zona provocará las consecuencias más desfavorables ante todo para Rusia.
WWF insta a los estados de la zona a elaborar y firmar la Convención Marco sobre la protección del medio ambiente del océano del ártico.