Las opiniones de personas sobre el sexo casual, la homosexualidad, el control de la natalidad o el aborto pueden determinar sus concepciones religiosas, revela el nuevo estudio de Jason Weeden y Robert Kurzban de la Universidad de Pensilvania. Los investigadores encontraron que los puntos de vista conservadores respecto al sexo y los derechos reproductivos se asocian con una mayor religiosidad.
"No es de extrañar que las creencias religiosas de un hombre que está en contra del aborto son más estrictas que las de un defensor de los derechos reproductivos, o que una mujer que considera el sexo casual como inmoral es más religiosa que otra aficionada a las aventuras de una sola noche", dicen científicos. Al mismo tiempo afirman que los puntos de vista conservadores en lo que respecta a la vida sexual indican el "grado de la religiosidad" de una manera más exacta que incluso la postura de la persona hacia tal comportamiento antisocial, como mentir, engañar o robar.
Los autores del estudio declaran: "Para aquellas personas cuyo estilo de vida requiere un matrimonio sólido y una familia numerosa la pertenencia a una iglesia permite reducir una parte de los riesgos asociados, lo que convierte a la religión en una herramienta atractiva. Sin embargo, para un estudiante que adora las fiestas y no tiene aún la intención de contraer matrimonio o tener hijos, por ejemplo, la religión no proporciona nada más que problemas".
De acuerdo con los resultados de la investigación, lo más probable es que las estrategias reproductivas influyen en las creencias religiosas y no al revés. "Esto no contesta a todas las preguntas, pero hay una gran razón para creer que -al menos en parte- precisamente el estilo de vida determina la religión", resumen los investigadores.