La nueva especie se descubrió por casualidad, durante el estudio de la diversidad genética de los Tridacna que habitan en diferentes zonas del sudeste de Asia y el norte de Australia.
El artículo con el estudio fue publicado en la revista 'PLOS ONE', y el resumen del trabajo se puede leer en el portal Phys.org.
Según Jude Keyse, estudiante de postgrado de la Escuela de Ciencias Biológicas y codescubridora del molusco, "las secuencias de ADN sugieren que esta especie distinta y sin nombre de almeja gigante ha estado escondiéndose literalmente a la vista con su aspecto casi igual al de la relativamente conocida Tridacna máxima".
"Las almejas gigantes pueden crecer hasta 230 kilogramos y son unos animales de los más reconocibles en los arrecifes de coral, con una gama de colores vibrantes como azul, verde, marrón y matices amarillos", explicó.
Las almejas gigantes gustan mucho a buzos y nadadores, pero además son apreciadas como fuente de carne y por sus conchas.
El consumo humano desmedido ha acabado con poblaciones de almejas gigantes en muchas áreas y la mayor parte de las especies ahora figuran en la 'La lista roja de especies amenazadas' de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.