Parece una verdadera ‘versión online de la pared del baño de un colegio’.
Se trata de Formspring.me, una relativamente nueva red social que en unos meses ha llegado a convertirse en auténtica obsesión para miles de ‘teenagers’ estadounidenses, según nytimes.com. Este portal no es un simple chat para conocidos, es más bien un especial ciberespacio para comentarios ofensivos y de contenido sexual que se intercambian los adolescentes.
‘¿Sigues saliendo con Julia?’ o ¿Por qué no han invitado a Sam a la fiesta de Lauren?’, ‘¿Usas la talla D del sujetador?’ o ‘Tampoco estás tan bueno como piensas”, estos son algunos de los mensajes que se dejan los ‘amigos del cole’.
Creando una cuenta gratuita en Fromsping o uniéndose a la red a través de otras como Tumblr, Twitter o Facebook los jóvenes invitan a centenares de sus amigos online para hacerles preguntas o poner comentarios sin ninguna necesidad de identificarse. Esa ventaja ha convertido el portal en el último sitio de moda para intercambiar opiniones y cotilleos entre los adolescentes.
Los comentarios y preguntas se envían a los correos privados de los usuarios que a su vez pueden borrarlos, ignorar o contestar. Sólo los mensajes respondidos se publican, por eso a los padres les resulta extraño por qué tantos adolescentes permiten hacer públicos los comentarios indecentes sobre su aspecto físico, sus amigos o sus gustos y hábitos sexuales.
“Nunca había oído nada sobre Formsping hasta el día de ayer cuando se lo pregunté a mis hijos. Según ellos cada alumno del séptimo u octavo curso lo usa a diario”, comenta Christine Ruth, profesora de la escuela secundaria de Linwood, en Nueva Jersey. Según ella parece que los jóvenes de esa edad quieren tanta atención que cuelgan hasta los comentarios más ‘inapropiados y viciosos’.
“Uno no se apunta para recibir cosas agradables”, comentó Ariane Barrie-Stern, estudiante de primer curso de la escuela secundaria LaGuardia en Nueva York. “Creo que lo más interesante es descubrir lo que la gente realmente piensa de tí y que no se atreve a decírte a la cara. Si es algo ofensivo, lo que deberías hacer es asumir que en realidad no significa nada”.
Ariane, que tiene más de 100 comentarios en su página, asegura que por ahora no se ha sentido ofendida por nada de lo que tiene escrito, pero sí que ha reconocido que dejó de ponerse las medias una vez que estas habían sido criticadas por sus conocidos.
El padre de la niña, como la mayoría de los padres, nunca había oído nada sobre esa red social. Al enterarse, estuvo muy indignado: “Es simplemente chocante que los niños puedan tener acceso a estas cosas en Internet y nosotros no tengamos ni idea de ello. Lo malo es que lo que está pasando allí pueda influir en el compartamiento de los jóvenes. ¿Cómo se puede bloquear? ¿Cómo se puede controlar?”.
Muchos padres sólo se enteraron de Formspring al conocer la noticia del fallecimiento de un joven, Alexis Pilkington de 17 años que se suicidó tras haber recibido burlas y amenazas a través de la red social. Este y más casos hasta han llevado a la aparición de un término especial de ’cyberbulling’ (intimidación de hijos por internet).
Desde su lanzamiento a finales de noviembre Formspring se ha puesto de moda rápidamente. Más de 28 millones de usuarios lo visitan cada mes, la mitad de los cuales son procedentes de Estados Unidos, según Quantcast, una servicio analítico del tráfico de Internet. Más de 3 millones de preguntas han sido hechas a través de la red social en todo este tiempo. Los creadores comentan que la compañía desconoce el porcentaje exacto de los registrados menores de edad.