La luna de Júpiter, más cerca: Científicos 'rascan' el misterio de su superficie helada

Astrónomos estadounidenses han encontrado la posible causa de los 'terrenos de caos' en la superficie helada de Europa, una de las lunas de Júpiter, que podría albergar vida.
Las corrientes del vasto océano que se oculta bajo su gruesa capa helada podrían hallarse en el origen de las regiones de hielo quebrado que cubren hasta el 40% de la superficie en Europa, el menor de los satélites joviales y uno de los mejores candidatos para descubrir la vida extraterrestre en el Sistema Solar, afirman los investigadores de la Universidad de Austin (EE.UU.).

De acuerdo con el estudio publicado en la revista especializada 'Nature Geoscience', las deformaciones de la corteza, llamadas 'terrenos de caos', que incluyen vastas zonas de grietas, bóvedas y hondonadas que se concentran sobre todo en las regiones ecuatoriales y tropicales, fueron causadas por la actividad del océano subglacial global, muy parecido al océano terrestre.  


 
"El adelgazamiento de la cubierta de hielo a baja latitud aumentaría la probabilidad de que la capa de hielo se derrita, lo que se ha propuesto como un posible origen de los terrenos de caos", indica Krista Soderlund, una de los responsables del estudio.

Basándose en modelos matemáticos, los cientificos presuponen que el océano de agua salada que cubre toda la superficie de Europa se mantiene en estado líquido gracias al calor generado por las mareas que provoca la enorme gravitación de Júpiter.

Los datos recogidos desde la órbita del satélite por la sonda Galileo en años anteriores han revelado que la luna consta de una capa de agua de 100 kilómetros de grosor que se compone de la parte exterior, la corteza de hielo, y el océano subterráneo, y que ambas partes no están aisladas una de la otra. De acuerdo con los astrónomos, el océano y la superficie se comunican entre sí e intercambian elementos químicos. La energía que se libera gracias a la comunicación entre ambas capas podría ser fundamental a la hora de indagar la posible existencia de vida en el océano de Europa, señalan los científicos.