Algunos expertos vulcanólogos aseguran que la nueva isla será ya permanente, dado que parece que el magma se ha solidificado y endurecido en la superficie. Durante el pasado 21 de noviembre, los guardacostas japoneses recogieron unas espectaculares imágenes en las que se podía observar una columna de humo blanco de unos 600 metros y otra nube de ceniza negra provocada por las violentas explosiones del volcán.
La isla de Nishinoshima también se formó después de la erupción de un volcán submarino en 1974. Su longitud es de 800 metros y tiene una anchura de 500 metros. Esta es la primera erupción que se produce en cerca de 40 años. Nishinoshima se encuentra a 130 kilómetros de la isla habitada más próxima, por lo que se considera que su actividad volcánica no supone ningún peligro para la vida humana.
A finales de septiembre, el fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Pakistán y que dejó al menos 515 muertos hizo emerger del océano Índico una isla con una superficie de unos 12 metros de altura, 30 de ancho y 100 de largo que, según diversas informaciones, expelía gas inflamable.