Especialistas de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) han descubierto nuevos daños causados por el terremoto de 9 grados en la escala Richter que sacudió Japón en marzo de 2011.
Basándose en los datos obtenidos por el satélite europeo GOCE (Gravity field and steady-state Ocean Circulation Explorer), que durante años monitoreaba la gravedad de la Tierra, científicos del Instituto de Investigación Geodésica de Alemania (DGFI) y de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos) detectaron pequeños cambios locales en la fuerza de la gravedad, que aún están por cuantificar.
Los especialistas explican que los fuertes terremotos y maremotos pueden deformar la corteza del planeta, afectando, a su vez, a la fuerza de gravedad local de la Tierra. Al analizar los datos medidos en Japón por GOCE, el equipo encontró que el sismo había roto claramente el campo de gravedad de la zona.
"Estamos trabajando con un equipo interdisciplinar para combinar los datos del GOCE con otras informaciones para obtener una mejor fotografía de la ruptura en el campo de gravedad de la que tenemos ahora", declaró Martin Fuchs, científico de DGFI.
El equipo de investigación considera que los datos de GOCE, que completó su misión en noviembre de este año, ayudarán a mejorar los modelos sísmicos y contribuirán a la comprensión de los terremotos.