La cripta que contenía las siete siete cuerpos de hombres, momificados de forma natural, fue encontrada en 1993 en las ruinas de un antiguo monasterio ubicado en el valle del Nilo de Sudán, pero no fue abierta hasta 2009, cuando empezaron los trabajos arqueológicos a gran escala, informa el portal 'LiveScience'.
Las inscripciones en las paredes de la cripta, hechas con tinta de color negro en una capa delgada de cal, están escritas en griego y en copto e incluyen diferentes fragmentos de los evangelios de san Lucas, san Juan, san Marcos y san Mateo y plegarias como una oración a la Virgen María, que de algún modo servían para la protección de los difuntos.
"Probablemente no buscaban solo salvaguardar la tumba, sino sobre todo proteger a los que estaban enterrados en su interior y tenían que hacer un peligroso viaje desde el momento de su muerte hasta su presentación ante Dios", explica Adam Łajtar, investigador de la Universidad de Varsovia.
De acuerdo con los científicos polacos, los epitafios indican que una de las momias puede ser el cuerpo del arzobispo Georgios, uno de los líderes religiosos más poderosos del reino de Makuria fallecido en 1113 a la edad de 82 años.
Hace 900 años la antigua ciudad de Dongola era la capital del poderoso reino cristiano de Makuria, un lugar donde coexistían en paz iglesias y mezquitas. De acuerdo con los expertos, la cripta fue construida cuando el reino cristiano se encontraba en su apogeo y controlaba una gran parte de los territorios de Sudán y el sur de Egipto contemporáneos.