Actualmente casi en cada familia, en cada equipo de trabajo hay al menos una persona alérgica. Las estadísticas internacionales muestran que en las últimas dos décadas, la incidencia de las alergias ha aumentado en cuatro veces y lo peor es que en algunos la enfermedad transcurre de forma grave, lo que conduce a dificultades en el diagnóstico y el tratamiento.
Las alergias figuran entre las seis patologías más frecuentes, además de que es la enfermedad crónica más común en la infancia, según la OMS. "Si las pandemias del siglo XIX y XX fueron las enfermedades bacterianas y víricas, la de este siglo son las enfermedades inflamatorias no transmisibles, como las alergias”, según dijo Arantza Vega, coordinadora de comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seiac), publica 'La Vanguardia'.
El aumento brusco de la alergia se explica por la carga de alérgenos en la persona y por un cambio en su capacidad para responder a esta carga. La polución, la mala nutrición, una terapia médica inadecuada, el uso incontrolado de antibióticos, el frecuente estrés, el sedentarismo, los cambios en el clima, entre otros aspectos, hacen al cuerpo humano menos resistente ante los alérgenos.
"Hay modificaciones genéticas influidas por el medio ambiente, y sobre el medio ambiente hemos actuado muchísimo en los últimos 20 años y hoy hay más polución ambiental, más partículas contaminantes, estamos expuestos a más humo del tabaco, hemos cambiado los hábitos alimentarios, hemos forzado las condiciones de producción de las plantas… y todo eso tiene un efecto directo sobre nosotros, actúa sobre nuestros genes y lo podemos transmitir a la siguiente generación", explica Vega.
Así, los expertos subrayan que uno de los factores de riesgo importante para el desarrollo de la alergia es la herencia. "Si una persona tiene un progenitor alérgico, tiene un 30% de probabilidades de desarrollar una enfermedad alérgica; y si lo son el padre y la madre, el doble", dice Marta Ferrer, directora del Departamento de Alergología de la Clínica Universitaria de Navarra.