Fabricante de iPhone contrata a monjes budistas

Múltiples casos de suicidios en el gigante tecnológico taiwanés Foxconn obligaron a los ejecutivos de sus fábricas en China a buscar métodos seguros para salvar a las almas de sus obreros y la reputación de la compañía fabricante de iPhones. Así, acudieron al método más tradicional: invitar a monjes budistas para que ayuden a resolver la amenazante situación.

La administración de la planta de Foxconn, en la ciudad de Shenzhen, nodo industrial y tecnológico del sur de China, extendió ayer por séptima vez en el año sus condolencias a la familia de la obrera Zhu, de 24 años, quien se suicidó saltando por la ventana de su departamento en uno de los rascacielos de la ciudad. Originaria de una de las provincias del país, la obrera trabajaba en la planta desde agosto pasado.

Su deceso podría considerarse casual si la policía de Shenzhen no estuviera investigando todavía el previo y similar acto suicida que se registró hace una semana, donde un hombre de la misma edad, que se llamaba Lu y era también obrero de la misma planta, saltó de un edificio ubicado dentro de la fábrica.

Se sabe que ninguno de los suicidas mantenía contacto entre sí y el único hecho que los unía eran sus funciones laborales. Estos casos no son los únicos suicidios cometidos entre los empleados de Foxconn. Desde principios de 2010 han ocurrido siete casos, dos de los cuales no culminaron en muerte. La mayoría de estos intentos tuvieron un mismo método: arrojarse al vacío.

Según voceros internos de la fábrica, quien propuso la contratación de monjes budistas para aliviar la situación fue el mismo presidente de Foxconn, Terry Gou. El directivo propuso atraer a 30 eminentes monjes de la montaña Wutai para que "liberen las almas del purgatorio" y las ayuden a evadir el duelo y el padecimiento perpetuo que les aguardarían en su “vida futura”, respondiendo así a las peticiones que le hicieron los parientes de los suicidas.

Otro de los objetivos de los monjes será romper la peligrosa cadena de suicidios que ha menoscabado la imagen de la floreciente compañía.

Varios expertos que comentaron esta serie de muertes en Foxconn llamaron a no exagerar la escala del problema. Desde el punto de vista estadístico, la tasa de suicidios en la empresa no es excesivamente alta, considerando su gran tamaño: la compañía tiene 700 mil empleados en todo el mundo.