Nevhouse, una empresa con sede en Singapur, ya ha comenzado a fabricar casas con materiales que obtiene a partir del plástico recogido en vertederos.
El objetivo de estas viviendas es dar cobijo a personas que residen en chabolas o a damnificados por desastres naturales. Además, coopera con organizaciones no gubernamentales y tiene proyectos en marcha en Indonesia.
Según la compañía, la finalidad es convertir la materia desechada en paneles fáciles de transportar. Asimismo, asegura que las casas prefabricadas, que se podrán montar en tan solo dos o tres días con herramientas básicas, son sostenibles, de bajo coste, fáciles de mantener y resistentes al fuego y a los sismos.
Estas casas ayudarán a mejorar el estilo de vida de numerosas personas y también algunas zonas de las ciudades en las que se acumula la basura, afirma Nevhouse.