Según informa el diario ruso 'Vzglyad', este experimento único está siendo llevado a cabo por los científicos del Instituto de Física Nuclear Konstantínov de San Petersburgo, Rusia, y los glaciólogos del Instituto de Investigación de Hidrometeorología de Ártica y Antártica.
"Es la primera recolección de este tipo", asegura el organizador del experimento del Instituto de Física Nuclear Konstantínov, Serguéi Bulat. "Su objetivo es determinar la composición del polvo cósmico habitual antes de que la Tierra atraviese la órbita del cometa ISON. Luego repetiremos la recolección de polvo tres veces más: del 14 al 15, del 17 al 18 y del 24 al 25 de enero, pero esta vez para detectar los fragmentos más pequeños del cometa", explicó.
De acuerdo con los investigadores la recogida de polvo del cometa, que se realizará cerca de la estación rusa Vostok en la Antártida, originalmente estaba prevista para los finales de diciembre, sin embargo, siguiendo los consejos de horario de los astrónomos rusos y americanos la fecha del experimento fue cambiada.
"El cometa murió. Los astrónomos ni siquiera pueden detectar sus fragmentos, por lo que se sugirió recoger no el polvo que se dispersa de los fragmentos del cometa, sino el que el ISON ha dispersado a lo largo de su trayectoria, cuando aún estaba intacta y se dirigía hacia el Sol", explica Bulat. "La Tierra cruza esta órbita el 16 de enero", especificó el científico.
Los resultados de este experimento se conocerán después de que el material recogido sea entregado a San Petersburgo y estudiado por los científicos, quienes, por su parte, esperan obtener nuevos datos sobre el estado de la sustancia durante la formación del sistema solar: hace 4,6 millones de años.
La Antártida fue seleccionada para el experimento como el lugar más limpio en la Tierra, ya que hasta allí llega una cantidad mínima de polvo terrestre, 100-1000 veces menos que en el Ártico. Las partículas de polvo recogidas son tan pequeñas, aproximadamente de un micrómetro, que no podrán ser divisadas a simple vista. Sin embargo, según afirman los científicos, podrían decir mucho acerca del origen de la vida y de la estructura del universo.
La estación Vostok tiene la temperatura más baja del planeta, -89,2ºC. Para adaptarse a estas condiciones extremas una persona necesita de dos semanas a un mes.
El ISON, conocido también como 'el cometa del siglo', fue el cometa más esperado del año pasado: su acercamiento al Sol, que sucedió el 28 de noviembre, prometía ser todo un espectáculo celestial, ya que su gran masa le daba la posibilidad de sobrevivir al 'abrazo' del Sol y aparecer después en el cielo con una cola vistosa y visible incluso durante el día. Sin embargo, la gravedad del Sol hizo que el cometa se rompiera en pedazos, dejando solo los datos que obtuvieron los científicos al observarlo.