Ocho colonias de las así llamadas hormigas de pavimento, cada una de ellas del tamaño de una tableta, han sido enviadas al espacio para enseñar a los expertos cómo construir robots que interactúan entre sí, según 'Daily Mail'.
Ello se debe a que las hormigas dentro de las colonias se mueven de acuerdo a patrones interiorizados, de tal forma que pueden saber cuántas otras hormigas hay cerca palpando a su alrededor con las antenas o usando su sentido de olfato. Trabajando en comunidad, las hormigas ocupan un terreno para encontrar comida y suministros, y cuando el área se expande, en vez de moverse en pequeños círculos empiezan a desplazarse en líneas más rectas, cubriendo más terreno.
Pero en la llamada microgravedad del espacio, las reglas de las hormigas se confunden, viéndose obligadas a generar un nuevo conjunto de patrones para poder trabajar juntos. Estos principios flexibles podrían adaptarse en la programación de robots que trabajen juntos de la misma forma para llevar a cabo tareas como la búsqueda en edificios en llamas.
El experimento cuenta con cámaras de video que enviarán a la Tierra imágenes de las hormigas del pavimento, como se conoce a estos insectos.