A mediados de enero se generó una gran conmoción en la ciudad de Saltillo, al norte de México, cuando la torre de control del aeropuerto local de Plan de Guadalupe informó que había caído un meteorito alrededor de las 7:00 de la mañana (hora local).
Tres horas más tarde, se suspendió la búsqueda y se descartó que se tratara de un meteorito, ya que no se halló ningún rastro del impacto.