"La ciencia de materiales sirve para crear nuevas estructuras y sistemas con innovadoras propiedades que ayuden a superar los retos tecnológicos del futuro. En ese sentido, la tecnología láser y la impresión 3D son dos herramientas básicas para probar la fabricación de nuevos materiales", indica el estudio realizado por la Universidad de Karlsruhe, Alemania, y publicado en la revista científica 'PNAS'.
Para construir una estructura que fuera menos densa que el agua, los científicos se fijaron microscópicamente en la constitución de los huesos humanos, cuya porosidad permite que, a pesar de ser sólidos, puedan pesar menos que el agua.
El estudio destaca que tras conocerse la teoría sobre cómo fabricar el nuevo material, los investigadores solo tenían que ir dibujando la estructura mediante tecnología láser y eliminando el exceso de polímeros mediante lavados.
Luego a la estructura se le acopló una lámina de óxido de aluminio como recubrimiento. Las pruebas de resistencia realizadas con este nuevo material, demostraron que la fortaleza de la capa de aluminio aumentaba a medida que disminuía el grosor del propio recubrimiento.
Sin embargo, el estudio concluye que el innovador proceso de fabricación resulta en la actualidad demasiado costoso como para producir estos materiales y distribuirlos comercialmente.