Según los resultados del experimento publicados en la revista 'Science Translational Medicine', durante las pruebas de laboratorio del nuevo dispositivo Aabo pudo determinar la forma y dureza de los elementos que tomó en la mano con los ojos cerrados.
"Es la primera vez cuando un amputado puede sentir algo a través de la prótesis", afirma el investigador de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, Silvestro Meacher.
De acuerdo con los creadores del dispositivo, el avance científico en este caso no fue el propio brazo, sino los equipos electrónicos y el software que transmite las señales de la prótesis al cerebro.
Un grupo de científicos de Italia, Suiza y Alemania ha equipado los dedos de la mano artificial con sensores capaces de reconocer la información recibida después de tocarlos. Usando algoritmos informáticos, los investigadores lograron convertir las señales electrónicas en impulsos nerviosos comprensibles. Los sensores, por su parte, se conectan con los electrodos implantados en los nervios del brazo del paciente.