K. Jonas Nordby, un runólogo que hace un doctorado en la Universidad de Oslo, descifró el código Jötunvillur, uno de los códigos secretos que los vikingos utilizaban en la Edad Media. Entre las inscripciones que ha sido capaz de leer Nordby figura un mensaje romántico: "Dame un beso", el cual la escritora británica Joanne Harris definió como un supuesto "hechizo de amor".
Asimismo, el uso de los códigos no se limitaba a las cuestiones políticas: el especialista considera que más bien se utilizaban para la comunicación cotidiana o para la enseñanza. Muchos mensajes codificados incluyen un desafío al lector invitándolo a probar su habilidad en el desciframiento.
Nordby asegura que no hay que esperar grandes revelaciones del resto de los códigos. "Se utilizaban para comunicarse, como los SMS de la Edad Media, para los mensajes frecuentes que tenían validez aquí y ahora. Tal vez un mensaje a una mujer, o una transacción", informa 'The Guardian' citando a Nordby.
La clave para el descubrimiento fue una vara del siglo XIII que contenía los nombres de dos vikingos, Sigurd y Lavrans, escritos en runas estándares y codificadas. El especialista noruego estableció que el código reemplaza la runa por el último sonido del nombre de la runa. Por ejemplo, la runa para 'f', que se pronuncia como fe, se convertiría en una 'e', mientras que la runa para 'k', pronunciada kaun, se convertiría en 'n'. El problema del código es que muchas runas terminan con el mismo sonido, lo cual hace difícil averiguar a qué letra rúnica se refiere.
Henrik Williams, profesor del Departamento de Lenguas escandinavas de la Universidad de Uppsala y experto sueco en runas, reconoce la importancia del descubrimiento. Según Williams, los códigos "nos dicen mucho acerca de la gracia y la innovación de la gente. Nos acercamos a los pensamientos de las personas que vivían en aquellos tiempos a través de la comprensión de sus códigos".