Los robots TERMES funcionan sin un plano general de la obra. Cada robot es una máquina independiente que sabe cómo debe quedar el producto final, pero que no se comunica con sus 'colegas', como sí hacen insectos sociales como las termitas o abejas.
Los primeros modelos, que ya han sido probados con éxito, están equipados con unos sensores que les permiten orientarse en su entorno, y que tienen grabada la imagen final de la construcción. Gracias a algoritmos especiales, los TERMES pueden coger un bloque, detectar el hueco más próximo, escalar las piezas de construcción de una en una o detenerse, sin causar atascos o accidentes.
De acuerdo con los ingenieros, en el futuro estas máquinas se utilizarán para levantar diques de sacos de arena en las inundaciones o para la construcción de colonias en otros planetas.