Cupido apunta a la cabeza: ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

El enamoramiento profundo afecta a nuestro cerebro, creando no solamente fuertes emociones románticas, sino intensas adicciones químicas y efectos similares a los de trastornos mentales.

1. Síndrome obsesivo-compulsivo

Cuando uno está profundamente enamorado, disminuyen los niveles de serotonina en el cerebro, una característica común a los trastornos obsesivo-compulsivos, informa el portal Livescience. La caída de la serotonina podría explicar por qué los enamorados se concentran tanto en el objeto amado. Este efecto también puede explicar por qué los enamorados a menudo no perciben a rasgos negativos de su pareja en los primeros meses de la relación.  

2. Adicción física y química

Después de algún tiempo de relaciones, el cuerpo desarrolla una tolerancia a las sustancias químicas placenteras. La fase de atracción deja paso a una nueva etapa, cuando las hormonas de oxitocina y vasopresina penetran en el cerebro, creando sentimientos de bienestar y seguridad.    

3. La droga del amor

Incluso antes de que uno se enamore, la sensación de atracción activa las mismas zonas del cerebro responsables del placer que causan analgésicos como la morfina. Según un nuevo estudio, pequeñas dosis de morfina mejoraban la valoración de rostros en las fotografías, lo que sugiere el sistema opioide puede estar "preparado" para percibir la atracción. 

4. Hormonas fuera de control

Cuando uno está enamorado, las hormonas que inundan el cuerpo liberan la adrenalina y la noradrenalina, haciendo que el corazón se acelere, mientras que la dopamina del cerebro crea sentimientos de euforia. 

5. Acelera el flujo sanguíneo  

Enamorarse aumenta el flujo sanguíneo hacia el núcleo accumbens, en el centro de placer del cerebro. La resonancia magnética (RM) muestra que esta región se ilumina en una imagen de resonancia magnética en las personas enamoradas. El aumento en el flujo sanguíneo ocurre por lo general durante la fase de atracción.