El meteorito del tamaño de un automóvil pequeño chocó contra la Luna en septiembre de 2013, de acuerdo con la publicación del descubrimiento este lunes en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society'.
Hasta ahora el mayor impacto registrado fue detectado por la NASA en marzo de 2013 y el destello producido por el meteorito de unos 40 kilogramos duró tan solo un segundo.
La Luna carece de atmósfera, por lo que no está protegida ni del impacto de pequeñas rocas. El resultado es muy visible: un gran número de cráteres de todos los tamaños cubre la totalidad del satélite natural de la Tierra como si fueran un registro de los 4.500 millones de años de la historia del sistema solar.