Cuestionan a Darwin: la evolución de ciertas especies puede producirse en pocos años

El naturalista Charles Darwin pudo haberse equivocado en algunos aspectos de su teoría sobre la evolución, sugiere el científico Richard Lenski, que lleva décadas realizando un experimento para observar y estudiar la evolución en tiempo real.
Lenski, investigador de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.), explicó en una presentación realizada la semana pasada que, en ciertos casos, el proceso de la evolución se puede observar mientras se produce, indica un artículo del portal Phys.org.

En 'El Origen de las Especies', Darwin argumentó que la evolución es un proceso muy lento y que incluso leves cambios a través de generaciones requieren mucho tiempo. Sin embargo, para el investigador, no es necesario que pasen siglos ni milenios para ser testigos de la evolución de nuevos rasgos en especies, sino que pueden observarse en el transcurso de décadas.

El experimento de Lenski fue concebido en un laboratorio en el año 1988 con 12 cultivos idénticos de la bacteria Escherichia coli. Después de 26 años, estas han continuado reproduciéndose y evolucionando. 

Cada 500 generaciones Lenski  y su equipo congelan una muestra de las bacterias, lo que les ha permitido retroceder en el tiempo y comparar y analizar las mutaciones. Así, los frigoríficos de su laboratorio contienen unas 59.000 generaciones de bacterias. 

Después de 30.000 generaciones, los investigadores observaron algo sorprendente: una de las 12 líneas de cultivos de bacterias evolucionó hasta convertirse en lo que Lenski denomina una nueva especie capaz de consumir un derivado del ácido cítrico, llamado citrato, sustancia con la que esta bacteria no puede nutrirse normalmente. 

Durante la presentación, llevada a cabo en la Universidad de Harvard, Lenski afirmó que las actuales generaciones de Escherichia coli crecen un 80% más rápido de lo que lo hacían cuando comenzó el experimento.

Asimismo, recalcó que le gustaría que el proyecto continuara en el futuro, incluso después de que se jubile, porque las bacterias, aseguró, no dejan de sorprender.