Los investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y de la Universidad de Washington, EE.UU., han realizado una invención sorprendente que esperan que un día prevenga los ataques cardiacos en los humanos.
Los científicos han hecho una membrana individual que se ajusta perfectamente a la forma del corazón del conejo. Primeramente, cuando el conejo estaba vivo, lo escanearon e hicieron un modelo 3D con tomografía computarizada. Fabricaron una réplica con una impresora 3D, que usaron luego de molde para crear la membrana. Entonces extrajeron el corazón, lo revistieron con la membrana y lo hicieron latir.
Pero el dispositivo no es solo un marcapasos improvisado. John Rogers, investigador de materiales de la Universidad de Illinois y codirector del equipo que ha desarrollado la membrana, compara esta versión de silicona con la membrana natural del corazón, el pericardio. "Pero este pericardio artificial está equipado con tecnología de alta calidad que puede sentir el corazón e interactuar con él de modos diferentes relevantes para la cardiología clínica".
El ingeniero biomédico de Washington University Igor Efimov, que participó en el diseño y las pruebas del nuevo dispositivo, relata que la red de electrodos especiales puede controlar la actividad eléctrica del corazón y hacerlo latir a un ritmo sano.
"Cuando siente un caso tan catastrófico como un ataque cardiaco o arritmia, puede aplicar también una terapia variada de alto nivel. Puede dar estímulos, estímulos eléctricos desde distintos lugares del dispositivo de modo óptimo para fijar la arritmia y prevenir un paro cardiaco inesperado", explica Efimov.