Unos 400 volcanes activos se encuentran en Ío y producen columnas de masa de aire sobresaturado de hasta 500 kilómetros por encima de la superficie del satélite de Júpiter. La última erupción captada por la nave espacial detectó columnas de más de 300 kilómetros de altura, según el sitio web de la NASA.
La razón de la actividad volcánica extrema en Ío se debe a que está "encerrada en un tira y afloja perpetuo entre la imponente gravedad de Júpiter y los tirones más pequeños de sus lunas vecinas", explica la NASA.
Como resultado, la órbita de Ío se distorsiona y se extiende. Esto hace que la fricción y el calor intenso en el interior del satélite provoquen erupciones en toda su superficie.
Ío es el cuerpo con mayor actividad volcánica del Sistema Solar. Su diámetro, de casi 3.700 kilómetros, la hace un poco más grande que el satélite de la Tierra.