La basura, un nuevo problema para Brasil
Los brasileños generan la misma cantidad de residuos que los europeos, afirman estudios realizados por la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública y Residuos Especiales (Abrelpe). “Ya hemos alcanzado el nivel europeo en lo que se refiere a la producción de residuos urbanos y nos aproximamos a los de los EE. UU. que alcanza los 2.8 kilos diarios por persona”, dijo Carlos Roberto Vieira da Silva, director ejecutivo de Abrelpe.
Según él, los servicios públicos de limpieza recogen un kilo 152 gramos de basura diarios por persona en Brasil, un poco menos de lo que produce al día un habitante europeo: 1.2 kilogramos.
Las ciudades grandes de Brasil cuentan con un nivel mucho más alto de producción de basura. El líder absoluto es Brasilia, la capital del país, donde cada ciudadano diariamente produce 1.698 kilos de residuos urbanos. El segundo lugar lo ocupa Río de Janeiro (1.617 kilogramos) y el tercero Sao Paulo, ciudad de 15 millones de habitantes que arrojan 1.259 kilogramos de basura diaria.
En 2009, los brasileños produjeron 182 toneladas de residuos urbanos, 13 toneladas más que en 2008. Los investigadores notan que este crecimiento está estrechamente vinculado a la prosperidad social del país sudamericano.
El mayor problema es el bajo nivel de tratamiento de residuos urbanos. Anteriormente, estos estaban compuestos predominantemente de materias orgánicas y materiales de origen natural, lo que permitía regogerlos y trasladarlos a tiraderos alejados de los núcleos poblacionales, donde se depositaban para su degradación por organismos vivos y los elementos ambientales. Pero el desarrollo económico, la industrialización y la implantación de modelos económicos que basan el crecimiento en el aumento sostenido del consumo provocaron la aparición en la basura de otros residuos de gran potencial contaminante, como pilas, aceites minerales, lámparas fluorescentes, medicinas caducadas. Así, ha surgido una nueva problemática medioambiental derivada de su vertido incontrolado, lo que causa la contaminación de suelos y de las aguas superficiales.