Estos resultados, demostrados en el Centro Espacial Kennedy en Florida, son una mejora considerable desde el último ensayo de enero, y sobre todo desde el desastre de 2012, cuando el vehículo cayó poco después de despegar.
Morpheus probablemente no llegará a ser una nave espacial: el objetivo de la NASA es desarrollar las propiedades que puedan usarse en otros diseños de módulos de aterrizaje automático, tanto en la Tierra como en otros planetas y asteroides. Dado que ahora los cohetes son desechables, crear un vehículo reutilizable ayudaría a reducir los costes de la exploración espacial. Además, Morpheus tiene un sistema de propulsión que utiliza metano y oxígeno, elementos fáciles de encontrar en otros astros.
Aparte de la NASA, de la tarea de crear vehículos espaciales reutilizables se ocupan empresas privadas como SpaceX, que ha desarrollado su cohete 'Saltamontes', también capaz de despegar y aterrizar verticalmente. Rusia tampoco se queda atrás, desarrollando por su parte un sistema de transporte espacial reutilizable.