¿Vivimos en un multiverso? Se presenta una nueva teoría relacionada con el Big Bang

El concepto de multiverso propone la existencia de mundos paralelos que se rigen por leyes temporales y espaciales distintas a las que conocemos.
"Es difícil construir modelos de inflación cósmica que no conlleven una idea de multiverso", declaró el lunes el físico teórico Alan Guth en una rueda de prensa con motivo de la presentación de su nuevo estudio, citado por el sitio web MNN.
 
La nueva investigación da crédito a la idea de un multiverso. Esta teoría postula que cuando el universo creció de manera exponencial después del Big Bang, algunas partes del espacio-tiempo se expandieron más rápidamente que otras.  

Esto podría haber creado 'burbujas' de espacio-tiempo que luego se convirtieron en otros universos. El universo conocido tiene sus propias leyes de la física, mientras que otros universos pueden tener leyes físicas diferentes, de acuerdo con el concepto de multiverso.
 
"Es posible inventar modelos de inflación cósmica que no permitan un multiverso, pero es difícil. Todos los experimentos que aportan credibilidad a la teoría inflacionaria nos dan indicios que señalan que el multiverso es real", dijo en la misma conferencia de prensa el físico teórico Andrei Linde, de la Universidad de Stanford.
 
Hace más de 30 años los científicos consideraban que esta teoría no era verificable. Hoy, sin embargo, los investigadores son capaces de investigar la radiación del fondo cósmico de microondas, la luz dejada por el Big Bang (CMB).
 
"Si el universo conocido es solo una burbuja, tiene que haber muchas otras burbujas en el tejido cósmico", notó Andrei Linde, uno de los principales contribuidores a la teoría de la inflación cósmica. 
 
Anteriormente se informó de que por primera vez en la historia se habían captado las ondas causadas por la expansión del universo tras el Big Bang. 

Esta semana científicos afirmaron haber encontrado una señal de la expansión superrápida del espacio que posiblemente tuvo lugar tan solo fracciones de segundo después del nacimiento de nuestro universo.

Se trata de luz, la más antigua detectable con telescopios, que confirma la existencia primaria de las ondas gravitacionales que nos ofrecen pistas sobre el Big Bang, el inicio del universo ocurrido hace 14.000 millones de años.