¿Las estatinas entrañan un peligro para los pacientes?

Una fuerte polémica se desató entre médicos occidentales acerca de un grupo de fármacos que se prescriben para bajar el nivel del colesterol en la sangre. Según unos científicos pueden salvar vidas, mientras que para otros perjudican la salud.
La prescripción de las estatinas —un grupo de fármacos utilizados para reducir el nivel del colesterol— ha desatado una fuerte polémica en los círculos médicos del Reino Unido, informa 'The Guardian'. La eficacia de las medicinas más populares para tratar las enfermedades cardiovasculares y el desarrollo de ateroesclerosis fue puesta en duda por dos médicos —John Abramson de Harvard (EE.UU.) y Aseem Malhotra (Reino Unido)— tras un estudio que reveló que las estatinas no reducen la mortalidad y que sus efectos secundarios causan más daño que bien.
 
A su vez, el profesor de Medicina británico, Rory Collins, acusó a los investigadores de que su teoría puede causar el crecimiento de la mortalidad entre las personas del grupo de riesgo, si hacen caso a las "sospechas injustificadas" del daño de las estatinas.

Las estatinas actualmente son consumidas en el Reino Unido por 7 millones de personas que tienen al menos un 20% de posibilidades de tener un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular en los próximos 10 años. Sin embargo, el profesor Collins, basándose en los resultados de un estudio de este febrero, insta a que los fármacos deben ser tomados por el 10% de la población británica, lo que aumentaría considerablemente el número de consumidores.

Mientras tanto, los médicos que están en contra del abuso de este preparado, afirman que los datos de sus estudios no muestran que las estatinas impidieron la muerte o enfermedad grave en personas con bajo riesgo. Además, fue demostrado que hasta el 20% de los consumidores sufren efectos secundarios —fatiga, dolor muscular, dolores de estómago, pérdida de memoria a corto plazo y la disfunción eréctil—, que dan lugar a la suspensión de la administración del fármaco.

Así, la propuesta de Collins de aumentar el porcentaje de la prescripción de estatinas, sería más perjudicial que beneficiosa para los pacientes. Además, el aumento de la demanda de estas medicinas favorecería a las farmacéuticas, no a la sociedad, alegan algunos expertos.