Inmarsat, compañía británica de servicios satelitales, logró determinar el destino final del avión desvanecido usando el efecto Doppler para analizar las 7 señales ping captadas desde dicho avión, informa la agencia Reuters. Las señales ping que el aparato seguía emitiendo automáticamente horas después de que sus sistemas de comunicación fueran apagados permitieron revelar que este permaneció en el aire durante este tiempo.
Sin embargo, dichas señales eran demasiado débiles para ser analizadas a través de los métodos de geoposición modernos. Cada señal era percibida tan solo por un satélite cada hora, cuando los métodos modernos implican el uso de varios satélites a la vez para analizar varias señales detectadas.
En cambio Inmarsat analizó las señales usando una técnica basada en el efecto Doppler descubierto en el siglo XIX, que es el cambio de frecuencia de una onda mientras su fuente cambia de posición hacia el observador. En particular dicho efecto explica por qué para un observador la sirena policial suena diferente mientras el vehículo de policía se está moviendo.
En caso de que un avión permanezca perdido durante una hora, los operadores en tierra mandan una señal mediante satélite 'preguntando' si el avión sigue en funcionamiento. Al recibir esta señal el avión genera una respuesta automática que es la señal ping. Por sí mismas estas señales no proporcionan ninguna información adicional, por ejemplo, sobre ubicación o dirección del avión, solo demuestran que el avión aún tiene sus sistemas en funcionamiento.
Sin embargo, analizando la secuencia de los 6 comandos pings del avión desaparecido y considerando la situación del satélite que los recibió, los investigadores lograron entender la distancia entre el avión y el satélite. Considerando el efecto Doppler, los especialistas revelaron la diferencia entre las frecuencias de señales que esperaban recibir del avión y las que en realidad recibieron. De esta manera pudieron calcular dos arcos de posibles posiciones del avión durante su vuelo, uno hacia norte y el otro hacia el sur, desde Indonesia hacia el sur del Océano Índico.
La siguiente etapa fue comparar las señales ping del avión desaparecido con ayuda de las señales de los vuelos MH370 anteriores que lograron terminar su ruta, buscando las diferencias. De esta manera revelaron que el avión se dirigió hacia el sur.
No obstante, los datos obtenidos al analizar los pings no permitieron a los especialistas precisar la posición final del avión. Pero dicha técnica permitió restringir considerablemente el área de búsqueda. Los resultados de la investigación permitieron al primer ministro malayo, Najib Razak, concluir que el avión se accidentó a miles de kilómetros de su destino inicial sin dejar sobrevivientes.