Los Tamisiocaris nadaban con ayuda de aletas a ambos lados del cuerpo y probablemente utilizaban enormes apéndices faciales para capturar presas de tamaño considerable, como los trilobites. Sin embargo, los fósiles recién descubiertos demuestran que con el tiempo sus apéndices prensiles se transformaron en un aparato de filtración que podía ser arrastrado como una red a través del agua, atrapando pequeños crustáceos y otros organismos diminutos.
Asimismo, los carnívoros evolucionaron hacia los 'gigantes amables' que se alimentaban de plancton. "Esos artrópodos primitivos eran, ecológicamente hablando, los tiburones y las ballenas de la era cámbrica", comentó el doctor Jakob Vinther de la Universidad de Bristol.
El periódico señala que el descubrimiento ayuda a resaltar lo productivo que fue el periodo Cámbrico, mostrando la evolución de muchos anomalocarídidos en ese momento, y proporciona una mayor compresión de los ecosistemas que existían hace cientos de millones de años.