Diseñan una bacteria capaz de producir combustible para cohetes y misiles

Investigadores estadounidenses han diseñado una bacteria para sintetizar pineno, un hidrocarburo producido por los árboles que podría reemplazar a los combustibles de alta energía en misiles y otras aplicaciones aeroespaciales.
Dicho biocombustible podría complementar los suministros limitados del petróleo enriquecido JP-10, y facilitar el desarrollo de una nueva generación de motores más potentes. 

A través de la inserción de enzimas de los árboles en la bacteria, Stephen Sarria del Instituto Tecnológico de Georgia, Atlanta (EE.UU.) y la profesora asistente Pamela Peralta-Yahya, han impulsado la producción de pineno seis veces por encima de lo conseguido hasta ahora por la bioingeniería.     

Los investigadores se propusieron estudiar las enzimas alternativas que podrían ser insertadas en la bacteria E. coli, y los resultados son sorprendentes.

"Hemos encontrado que la enzima estaba siendo inhibida por el sustrato, y que la inhibición dependía de la concentración" señaló la científica. "Ahora necesitamos una enzima que no sea inhibida a concentraciones elevadas de sustrato, o necesitamos una vía que sea capaz de mantener bajas concentraciones de sustrato a lo largo del proceso. Ambos son problemas difíciles, pero no insuperables", añade.
 
Si bien se necesita aún una mejora importante antes de que el pineno pueda competir con el petróleo JP-10, los investigadores afirman haber identificado los principales obstáculos a superar para lograr dicho objetivo.

Importancia del descubrimiento 


Los combustibles con alta densidad de energía son importantes en aplicaciones en las que la reducción del peso del combustible es algo fundamental. 

La gasolina utilizada en los automóviles contiene menos energía por litro que el JP-10, pero la cantidad que se puede extraer de este carburante por cada barril de petróleo es limitada y su precio muy elevado, de ahí la importancia de poder desarrollar el potencial del pineno como biocarburante apto para sustituir al petróleo JP-10 en cohetes, misiles y otras aplicaciones aeroespaciales.