El nuevo robot pesa más de media tonelada y tiene seis patas para caminar, a diferencia de sus 'hermanos naturales', que tienen ocho. También es mucho más grande que los cangrejos reales, mide 2,4 metros de largo, 2,4 metros de ancho y cuenta con una altura de 1,8 metros cuando sus extremidades están completamente extendidas.
Sin embargo, a pesar de todas las ventajas del dispositivo es mucho más lento que los cangrejos de la madre naturaleza, cuya velocidad de 10 centímetros por segundo. Según los creadores uno de sus principales retos es la velocidad, ya que es difícil mejorar la estabilidad del Crabster debido a las fuertes corrientes en terrenos difíciles.
Actualmente el Crabster puede funcionar bien solamente en mares poco profundos sin mareas feroces, no obstante, los ingenieros coreanos esperan mejorar su robot en un futuro cercano para que pueda operar hasta en una profundidad de 200 metros y adaptar su postura a diferentes condiciones de presión.
El cangrejo robótico, equipado con un sonar para explorar en el fondo del mar los objetos de interés, puede enviar imágenes a la superficie a través de las cámaras de a bordo. Llevará a cabo su primera misión, destinada a buscar artefactos antiguos en el mar Amarillo, en mayo de este año. De acuerdo con sus creadores, si esta primera salida es un éxito, el nuevo ingenio tendría un gran impacto en todo el mundo.