Según estos investigadores de Canadá y Singapur, los restos de ADN del virus recién descubierto mezclados con nuestro material genético ayudan a las células madre a convertirse en cualquier otro tipo de célula capaz de construir nuestro organismo: sean de los huesos, músculos, cerebro, o corazón, informa National Geographic Society. Destacando la importancia del descubrimiento, los científicos explican que todas las células de nuestro cuerpo empezaron su vida como células madre.
De acuerdo con el estudio publicado esta semana en la revista 'Nature Structural and Molecular Biology', para realizar el descubrimiento, los investigadores trataron algunas células madre humanas con el ácido ribonucleico (ARN), el único material genético de ciertos virus, diseñado específicamente para eliminar uno de sus fragmentos llamados HERV-H (un grupo de los retrovirus endógenos) que es el responde de la plutripotencia (transformación a otras células) de las células madre.
Al hacerlo, los científicos descubrieron que las células madre tratadas perdían su capacidad de convertirse en otra clase de célula. El análisis ha revelado que la eliminación del HERV-H detiene la producción de las proteínas necesarias para el proceso de pluripotencia.
La presencia de los fragmentos de un virus en nuestra información genética no era un secreto para la ciencia moderna. Hace muchos años los científicos determinaron que esos fragmentos son las consecuencias de una infección ocurrida hace cientos de miles o hasta millones de años. Sin embargo, hasta la fecha los científicos pensaban que los fragmentos eran simplemente "ADN basura" e inútiles. No obstante, el estudio reciente ha sido una especie de revolución en el ámbito de la genética, demostrando que los restos de ADN vírico son imprescindibles para el desarrollo normal del cuerpo humano, sin el cual nuestra vida simplemente sería imposible.