La compañía British Petroleum (BP) ha tropezado con nuevas dificultades durante su última operación para detener el vertido de petróleo en el golfo de México.
Según los últimos datos, al tratar de cortar una de las tuberías de donde sale el petróleo, se atascó una sierra dirigida por los ingenieros de la empresa. Actualmente los expertos tratan de liberarla para acabar con esta tarea antes de que finalice el día, informó el almirante de la Guardia Costera estadounidense, Thad Allen.
Tras despejar la parte alta del conducto se instalará allí una válvula, lo que permitirá achicar el hidrocarburo. Luego lo sustituirán por un colector que debe recoger el petróleo. Después lo bombearán por una tubería especial a los depósitos de un petrolero. Sin embargo, esto no acabará con el derrame completamente. De cualquier modo, BP tampoco garantiza que este método vaya a tener éxito.
El derrame, que empezó el 20 de abril con el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon, es el mayor desastre ecológico que ha afectado a Estados Unidos. Se calcula que ahora se derraman en el Golfo de México de 12.000 a 19.000 barriles de petróleo diarios. Los daños ocasionados por la contaminación en la región podrían alcanzar unos 20.000 millones de dólares. BP ya ha desembolsado unos 1.000 millones de dólares para mitigar las consecuencias de la catástrofe.
La Casa Blanca ya ha anunciado que abrirá un proceso penal sobre el vertido en el Golfo.