Oren Milstein, cofundador de la compañía israelí Stemrad, sostiene que el cinturón, llamado Stemrad 360 Gamma, está hecho parcialmente de plomo y está diseñado para proteger ante todo la zona de la pelvis, lugar que aloja una importante cantidad de médula ósea, un tipo de tejido que se encuentra en el interior de los huesos.
Milstein dijo que la protección de la médula ósea del cuerpo es crucial
para asegurar la supervivencia después de una exposición a la radiación. Cabe recordar que después del desastre de Chernóbil muchos de los bomberos e
ingenieros que se encontraron en la escena tuvieron que ser sometidos a
trasplantes de médula ósea, y aun así la mayoría de ellos murió poco
después, por lo que la empresa destaca la importancia de proteger la
zona de la pelvis.
Según la compañía, el cinturón puede proteger al usuario de una dosis de
hasta 1000 rads, un alto nivel de envenenamiento por radiación que
puede causar enfermedades graves e incluso la muerte.
Con poco más de 15 kilos el cinturón sería cómodo para la mayoría de las personas si se tiene en cuenta que el traje de cuerpo completo para proteger todos los órganos vitales, como el hígado y la tiroides, pesa unos 200 kilos, por lo que la mayoría de la gente no es capaz de usarlo. "Puede parecer muy simple en el exterior, pero en el interior la
estructura es tridimensional y única. La idea era crear un producto
que, por un lado, protegiera y, por otro lado, no estuviese sobrecargado
de peso", explicó Milstein.
La cinta no ofrece una protección completa ni permite una estancia ilimitada en un área irradiada, pero a pesar de que falta hacer algunas pruebas, Stemrad ya ha recibido pedidos de Israel, Rusia y Japón.