El choque se produjo a una velocidad de 20 kilómetros por segundo y abrió un cráter en la corteza terrenal de unos 500 kilómetros de ancho, lo cual es 2,5 veces más grande que el agujero formado por el asteroide que mató a los dinosauros. Las ondas sísmicas, más grandes que cualquier terremoto jamás registrado en la Tierra, estuvieron sacudiendo todo el planeta a lo largo de media hora. El impacto también provocó un tsunami de miles de metros de profundidad, más grande que el tsunami devastador que siguió al terremoto en Japón en 2011.
Los científicos ya habían supuesto anteriormente la existencia de un enorme impacto antiguo, pero los nuevos modelos muestran por primera vez cuán grande era el asteroide y que efecto ejerció sobre la Tierra. Entre sus consecuencias también cuentan el posible inicio de un sistema de tectónica de placas más moderno en la región sudafricana, reporta el medio británico.