La Luna: primera parada de Rusia en la colonización del sistema solar

Rusia planea asentarse de manera permanente en la Luna, dijo el viceprimer ministro, Dmitri Rogozin, encargado de supervisar la industria aeroespacial y de defensa.
Una de las prioridades del desarrollo espacial en Rusia es la exploración de la Luna. El alunizaje está planeado para el 2030, después del cual se desplegará una base habitable en la superficie del satélite de la Tierra, donde se pondrán en marcha gradualmente centros de prueba para la acumulación y transferencia de energía a distancia para probar nuevos tipos de motores.
 
En estos momentos, para la realización de los planes del viaje a la Luna para su colonización se está preparando un proyecto para un cohete de lanzamiento súper pesado capaz de transportar hasta 80 toneladas de carga útil.
 
"La Luna no es un punto intermedio en la distancia, sino que es una meta autosuficiente. No creo que sea aconsejable realizar 10 o 20 misiones a la Luna y después, abandonándolo todo, volar a Marte o a los asteroides. Este proceso tiene un principio pero no un final, nosotros planeamos llegar a la Luna para siempre", señaló Rogozin en declaraciones a 'Rossiískaya Gazeta'.
 
El viceprimer ministro señaló que la Luna es la fuente más cercana, y por el momento la única accesible, de materia extraterrestre, minerales, compuestos volátiles y agua. Se trata de una plataforma natural para la investigación tecnológica y el ensayo de nuevas tecnologías espaciales. 

¿Cómo conquistará Rusia la Luna?  


En el proyecto del programa de estudios del sistema solar hasta el año 2025, elaborado por los científicos de la Academia Rusa de Ciencias, la investigación de nuestro satélite natural ha sido catalogada como una prioridad. En la primera etapa, que debe comenzar en 2015, la exploración estará a cargo de las sondas 'Luna-Resurs' y 'Luna-Glob'. Una de ellas explorará el polo sur de la Luna. En la segunda etapa –después de 2020– en la superficie lunar se desplegaran nuevos vehículos, el 'Lunojod-3' y el 'Lunojod-4'. Estos se diferencian de los 'rovers' soviéticos por ser mucho más pequeños, aunque poseen una mayor autonomía. 
 
Está previsto que los nuevos vehículos de exploración podrán trabajar en las regiones polares de la Luna durante cinco años y podrán alejarse hasta 30 kilómetros de su lugar de alunizaje.