La fotografía Schlieren percibe las variaciones en la densidad de un fluido (el aire, en este caso) generadas por el sonido o por el calor. Estas variaciones se conocen como efecto Schlieren y fue descubierto por el físico alemán August Toepler en 1864.
Gracias a un conjunto de espejos cóncavos se logra percibir dichas variaciones en el aire, quedando iluminado el objeto en su parte posterior con lo que se conoce como luz colimada, que es aquella cuyos rayos discurren paralelos entre sí. El objeto iluminado de esta forma se percibe como una silueta oscura.
También es necesario crear un obstáculo parcial frente a la cámara. El calor o el sonido producen cambios en el flujo del aire que desvían ligeramente la luz, haciendo que estos haces desviados se capten en menor medida. En resultado, ambos fenómenos se muestran como sombras, agrega Zahumenszky.
Para captar el sonido, hay que recurrir también a la fotografía de alta velocidad. SI bien no es una técnica al alcance de cualquiera, se utiliza de forma habitual en estudios de aerodinámica, biología o balística.
Las demostraciones son obra de Mike Hargather, profesor de ingeniería mecánica e investigador en el Centro de investigación de materiales energéticos de la Universidad Nuevo México Tech.
Hargather dedica su tiempo libre a captar estas fascinantes imágenes que Skunk Bear ha recopilado en un vídeo.