La impresora tiene una batería recargable y es capaz de recibir órdenes tanto de ordenadores, como de teléfonos inteligentes.
El dispositivo podría salir a la venta en enero de 2015, si logra acumular el financiamiento requerido. Ello no parece ser un problema ya que, tras aparecer en la plataforma de financiación en masa Kickstarter, en tan solo unos días el proyecto ha logrado acumular más de tres cuartos de los 400.000 dólares que necesita para organizar la producción.