En noviembre de 2012 el pulso conocido como FRB 121102 fue detectado en el observatorio de Arecibo, en el norte de Puerto Rico. La ráfaga duró alrededor de 3 milisegundos y provenía de la dirección del plano galáctico. Sin embargo, los astrónomos, basándose en la medida de su dispersión, creen que el pulso se originó fuera de nuestra galaxia, a una distancia extremadamente enorme.
La detección de enigmáticas señales por un telescopio que no sea el de Parkes parece ser una justificación para los radioastrónomos, que insisten en la naturaleza astronómica de las FRB, según el portal Astrobites. "Definitivamente estoy muy emocionado de ver un resultado tan convincente desde otro equipo en un observatorio diferente", cita 'National Geographic' al astrónomo Michael Keith, que no participó en el estudio.
No obstante aún quedan muchas preguntas acerca del fenómeno, como desde dónde viajan, a qué distancia y qué son esas ráfagas exactamente. Más observaciones podrían ayudar a los equipos en precisar el origen de FRB, señala la revista.