Así, con el objetivo de comprender las primeras etapas de la formación de las galaxias con la teoría del Big Bang en la mano, un grupo de investigadores de la Universidad de California y de los institutos tecnológicos de Massachussetts y Carnegie, EE.UU., estudió la composición química de las estrellas de esta galaxia. La revista 'Astrophysical Journal' ha publicado este nuevo estudio donde los astrónomos detallan la composición única de Segue 1.
En concreto, el estudio determinó que se trata de una galaxia fósil que data de los tiempos del universo temprano. "Nuestro trabajo sugiere que Segue 1 es la galaxia conocida que menos ha evolucionado químicamente", explicó Josh Simon, uno de los investigadores. "Después de las pocas primeras explosiones de supernovas, parece que se formó solo una generación de nuevas estrellas, y luego durante los últimos 13.000 millones de años la galaxia no ha creado más estrellas", explicó.
Segue 1 es especial
Las estrellas se forman a partir de nubes de gas y varios millones de años después las estrellas más masivas estallan en explosiones titánicas llamadas supernovas. En la mayoría de las galaxias este proceso es cíclico, pero Segue 1 es una excepción.Los científicos tienen en cuenta que las estrellas muy antiguas consisten casi en su totalidad de los dos elementos más ligeros, hidrógeno y helio, ya que nacieron antes de las explosiones de supernovas que produjeron grandes cantidades de elementos más pesados. Debido a que esta galaxia ha permanecido en el mismo estado durante tanto tiempo, Segue 1 ofrece información única sobre las condiciones del universo poco después del Big Bang, ya que su truncada evolución significa que los productos de las primeras explosiones en Segue 1 se han conservado.