"La Luna es un objeto estratégico para la colonización futura por la civilización terrestre, y en el siglo XXI puede empezar una competición geopolítica por los recursos minerales lunares", se dice en el programa al que tuvo acceso el periódico ruso 'Izvestia'. Así las cosas, los intereses nacionales demandan la creación de los instrumentos de colonización del satélite terrestre, señalan los autores del proyecto.
El programa lunar ruso debe ser independiente de la participación de socios extranjeros, destacan los autores, aunque admiten que la cooperación internacional es necesaria. La colonización debe planearse de manera que cada 3 o 4 años se realice un proyecto que incorpore los logros científicos y técnicos de Rusia, señala el proyecto.
Tres etapas
Los autores proponen las siguientes fases de colonización lunar antes del año 2040:La primera etapa, prevista para los años 2016-2025, supone el envío de una serie de misiones robóticas a nuestro satélite. El objetivo de estas misiones sería estudiar la composición y las características del terreno y escoger un lugar para el polígono y la base.
La segunda etapa, prevista para los años 2025-2030, contendría el envío de misiones tripuladas a la órbita lunar sin alunizaje. Con estos fines se están desarrollando ya un cohete propulsor superpesado y una nave tripulada.
La tercera etapa (años 2030-2040) es para las expediciones al lugar elegido por las misiones robóticas y la construcción de las primeras infraestructuras, usando materiales lunares. Se propone empezar a construir un observatorio y aparatos para la observación de la Tierra.
¿Quién pone el dinero?
Los costes de la realización de cada etapa no están calculados con precisión, sobre todo las etapas más lejanas en el tiempo. Sin embargo, los autores del concepto del programa, cuyos puntos serán estudiados por científicos y otros expertos antes de ser presentado al Gobierno, destacan la importancia de atraer inversiones privadas.Es poco probable que la colonización de planetas sea un asunto financiado exclusivamente por el Gobierno, piensa Andréi Ionin de la Academia de la Cosmonáutica. "La colonización de planetas será prerrogativa de empresas privadas", cree Ionin. "Es difícil imaginar un gobierno que esté dispuesto a gastar billones de dólares para construir bases lunares pese a que tiene otros problemas por resolver: medicina, educación, ejército. ¿Quién, estando en su sano juicio, diría: 'No tenemos dinero para programas sociales, pero sí tenemos para bases en la Luna? Es irreal", sostiene.