Un estudio revela que en numerosos casos de eutanasia, legal en Bélgica, las enfermeras hacen el papel del doctor y deciden si llegó al paciente la hora de abandonar este mundo.
Según el rotativo británico The Daily Mail, un estudio publicado en la revista Canadian Medical Association Journal reveló que en numerosos casos de muerte asistida en Bélgica, a los pacientes ni siquiera les preguntaron si ellos querían poner fin a sus vidas.
Más de 100 enfermeras confesaron a los investigadores que habían tomado parte en la decisión de la eutanasia “sin petición o consenso”.
Aunque la eutanasia es legal en Bélgica, esta la pueden realizar solamente los doctores y con el permiso del paciente. Desde que la eutanasia fue legalizada en el país hace ocho años, cerca de 2.000 personas por año acuden a ella, lo que significa casi el 2 por ciento de todas las muertes registradas en el país.
En la investigación, una quinta parte de todas las enfermeras aceptaron su involucración en el suicidio asistido de los pacientes. Y casi la mitad confesó que lo hicieron sin el consenso de los mismos.
Los autores del estudio concluyen que las enfermeras actuaron fuera de la ley y de las reglas de su profesión. En su opinión, es probable que muchas empleadas no confesaran que asistieron este procedimiento por temor a admitir su participación en una actividad ilegal. Pero puede ser que muchas de ellas actuaron de acuerdo con los deseos de sus pacientes.
En Reino Unido el tema de la eutanasia no deja de causar una fuerte polémica social y la publicación del nuevo estudio echó leña al fuego. Según el doctor Peter Saunders, director de la campaña Care Not Killing (Cuidar No Matar), si se introducen límites a esta actividad la gente siempre tratará de superarlos, por lo que si se legaliza la eutanasia voluntaria, habrán casos de eutanasia involuntaria.
Según la legislación inglesa, la eutanasia es considerada un delito penal. Al mismo tiempo, según las recientes encuestas, en el Reino Unido cuatro de cada cinco personas están a favor de que la ley autorice la muerte voluntaria. Sin embargo, los ingleses que buscan una "muerte digna" tienen que viajar a Suiza para tenerla. Desde 1998, unos 100 ingleses han viajado a la clínica Dígnitas en este país para poner fin a su vida.
Holanda fue el primer país en legalizar la eutanasia en 1984, en 2002 le siguió Bélgica. En los Estados Unidos la ley que permite el suicidio asistido a los pacientes en fase teminal fue aprobada en 1994 en el estado de Oregon y en 2008 en Washington. En Rusia, la eutanasia tanto activa como pasiva se califica por la ley como un asesinato premeditado.