Este herbívoro vivió en los bosques de la Patagonia hace entre 95 y 100 millones de años, dicen los científicos tras analizar la edad de las rocas en las que se encontraron los huesos.
Pero a pesar de su magnitud, el dinosaurio todavía no tiene nombre. Los investigadores prometen hacerlo más tarde, honrando los tamaños del animal y esta región de Argentina.
Abrevadero cretácico
Además de sus restos, en el mismo yacimiento había más de 200 fósiles y 60 dientes de dinosaurios carnívoros de gran tamaño.
"Es un verdadero tesoro paleontológico. Había muchos restos y estaban prácticamente intactos, algo que no pasa con frecuencia. De hecho, los restos de titanosaurios gigantes conocidos hasta ahora son escasos y fragmentarios", subraya Carballido.
Su equipo ha encontrado los restos de siete ejemplares adultos en la misma zona. El tipo de ambiente reconstruido indica que durante períodos de sequía los saurópodos concurrían a pequeños charcos de agua para beber, y quizás algunos morían allí por la deshidratación o atrapados en el barro.
La cantidad de la carne atraía a los carroñeros de gran tamaño como el Tyrannotitan. "Probablemente frecuentaban el lugar para carroñar los restos de los herbívoros. Pero el festín tuvo un alto precio: al morder la dura piel y carne de estos gigantes a menudo debían romper sus dientes, aunque más tarde los regeneraban", dice Carballido, explicando la cantidad enorme de los dientes hallados.