El portal University Herald informa que para el estudio los científicos del Centro de Investigación de Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada eligieron a 54 personas de edad comprendida de 18 a 54 años, 27 eran españoles y los demás eran marroquíes que residían en España. Esta selección servía para asegurarse de que entre los grupos existían diferencias culturales: hablaban diferentes idiomas (español y árabe), profesaban diferentes religiones (cristianos y musulmanes), tenían diferentes tradiciones y eran originarios de regiones geográficas distintas (Europa y África).
Los dos grupos fueron sometidos a diferentes pruebas de capacidad intelectual, entre otros, al test de la inteligencia no verbal y pruebas neuropsicológicas para medir las funciones ejecutivas y la memoria visual.
Aunque los dos grupos tenían el mismo sexo, nivel educativo y estatus económico y social, en el test de la inteligencia no verbal el grupo español obtuvo una puntuación de CI mayor que el grupo marroquí. En cuanto a las pruebas neuropsicológicas, el resultado dependía directamente del país de cada individuo. En otras palabras, la misma prueba puede medir diferentes funciones cognitivas de personas con diferentes orígenes culturales.
A la luz de los resultados del estudio, los científicos insisten en que las pruebas no verbales no pueden considerarse independientes de la cultura y confirman que la validación de las mismas debe tener en cuenta el contexto cultural.