Como indica el diario 'South China Morning Post', los tres voluntarios han estado encerrados en el Moon Palace One, el laboratorio que representa un medio ambiente aislado del exterior a través de tecnologías bioquímicas y reproduce las condiciones de un largo viaje espacial.
Durante más de tres meses, un hombre y dos mujeres siguieron una dieta basada en larvas de tenebrio (un tipo de gusano) muy ricas en proteínas y, a pesar de que ninguno de los voluntarios ha probado este tipo de comida antes, no mostraron ningún perjuicio físico o mental. Además de gusanos la dieta seguida en el experimento incluía un 45% de vegetales cultivados en el mismo entorno cerrado. Los investigadores plantean que en próximos estudios los sujetos aislados comerán únicamente gusanos.
Hu Dawei, uno de los investigadores del experimento, comenta que "los gusanos pueden ser asquerosos a primera vista, pero en realidad son la fuente alimentaria más limpia y sana".